IR DE COMPRAS ES MUCHO MAS QUE COMPRAR COSAS. DEAMBULAMOS POR NUESTRAS CALLES PREFERIDAS, OBSERVANDO LOS ESCAPARATES. SI POR CASUALIDAD ENCONTRAMOS ALGO QUE DESEAMOS, EL PULSO SE NOS ACELERA UN POCO. AL ENTRAR EN LA TIENDA, ENSEGUIDA PERCIBIMOS SI NOS GUSTA O NO EL AMBIENTE; SI ES CLASICO, MODERNO, RUIDOSO O ALEGRE. NOS ACERCAMOS AL OBJETO DEL DESEO, LO COGEMOS Y NOS LO MIRAMOS DETENIDAMENTE. EL SABROSO PLACER DE IR DE COMPRAS ES INVOLUCRANDO TODOS NUESTROS SENTIDOS.